El acento diacrítico

El acento diacrítico, conocido también como tilde diacrítica, es el acento gráfico que permite distinguir palabras con idéntica escritura, pero que tienen un significado diferente o pertenecen a categorías gramaticales distintas, la tilde contribuye a darle una entonación característica que permite identificar el cambio de sentido.

En general, las palabras monosílabas no se acentúan, por ejemplo: fue, fui, dio, vio, fe, da, cruz, fin, ruin, guion. Sin embargo, hay monosílabos que cuando se acentúan, cambia su función gramatical.

Palabras que llevan acento diacrítico

Las palabras que llevan tildes diacríticas en algunos casos se apartan de las reglas básicas de acentuación, pero se aceptan porque gracias a esas tildes se evitan situaciones de ambigüedad.

Acento diacrítico en monosílabos

La regla es que los monosílabos se escriben sin tilde a excepción de aquellas que necesitan distinguirse de otros vocablos formalmente idénticos pero de pronunciación átona. Por ejemplo: él, sí, más, té, sé, dé.

Acento diacrítico en pronombres

Los pronombres personales llevan tilde diacrítica para diferenciarse de los pronombres posesivos. Por ejemplo: mí, tú. Los pronombres demostrativos deben llevar tilde para diferenciarlos de los adjetivos demostrativos. Por ejemplo: éste, ése.

Acento diacrítico en adverbios interrogativos o exclamativos

Llevan tilde diacrítica para diferenciarlos de la forma átona relativa. Por ejemplo: cuánto, qué, cuándo, dónde, cómo, cuán, adónde, Por qué, aún.

La Real Academia Española (RAE) ha ido suprimiendo varias tildes diacríticas que antes eran de escritura obligatoria. Por ejemplo, ya no debe tildarse la palabra “solo” cuando equivale a “solamente”; tampoco la “o” cuando separa números.

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